Navia de Surana es un municipio de la montaña lucense. Su capital es A Pobra.
El río Navia es el principal colector hacia el que drenan numerosos afluentes como son el Ser, Rao, Moya y Bullán entre otros. Los amantes de la naturaleza disponen en el municipio de bellos recorridos por los valles, montañas, bosques y ríos, del ayuntamiento de Navia de Suarna, como sucede en toda la Comarca de Os Ancares a la que pertenece el municipio. Las mejores épocas para visitarlo, son la primavera y el otoño.
Un viaje al municipio se debe aprovechar para conocer los numerosos vestigios arqueológicos que en él se conservan, pues, repartidos por todo el territorio municipal, hay veinticinco castros localizados, de entre los que destacan los de Cantón y Cabanela, unidos por un corredor de 300 metros; así como los de Cruz de Liñares, Casa do Río, O Coedo, Sevane, Vilela y Galegos. También se encuentran en estas tierras mámoas y dólmenes de Ferreirúa, cuevas en As Penas de Frou, pallozas en Moia y Quintá, sepulturas medievales en Abrente y Molmeán, poblado de Virigo, alzado de Busmor y vestigios de un primitivo poblado entre Ribón y Moia.
Lo más destacable en cuanto al carácter monumental, es el conjunto que, en la villa de Proba de Navia, en la Praza Chao da Torre, forman el castillo y A Ponte Vella. La fecha exacta de la construcción del castillo, no se sabe a ciencia cierta, pero aparece citado en un documento ya en el año 1037. Destruido en las revueltas irmandiñas, fue vuelto a edificar por los condes de Altamira en 1450. Situado sobre unas rocas conserva restos de murallas y torreones. Respecto a A Ponte Vella, su origen es romano. Con un único arco apuntado, con muros de protección muy altos, tiene calzada muy abombada que contribuye a realzar su aspecto monumental.
En arquitectura religiosa, son relevantes diversas iglesias. Comenzando por la iglesia de Barcia, cercana a la capital municipal, que conserva el ábside románico del siglo XIII. Santa María de Rao presenta un templo parroquial de una nave rectangular, presbiterio con bóveda redonda sobre cuatro arcos. En su interior sobresalen un retablo mayor del siglo XVIII y un retablo lateral, renacentista, del siglo XVI. La iglesia de San Salvador de Mosteiro presenta una única nave románica con armadura de madera. El ábside está formado por un tramo recto con bóveda de cañón y el testero es semicircular, con bóveda en cuarto de naranja. En el interior, tenemos un retablo salomónico de tres hornacinas en el cuerpo principal. En San Xosé de Muñís destaca una capilla con retablo barroco, con tres hornacinas y cuatro columnas salomónicas. La iglesia de Sto. Estevo de Vilarpandín tiene tres naves con presbiterio en la cabecera y dos sacristías coronando las naves laterales. En su interior hay algunas tallas de los siglos XV y XVI. También existen en el municipio otras capillas entre las que destacan las de Abrente, Marcelín y Molmeán.
La arquitectura civil tiene su máxima representación en Virigo, Freixís, Vilarpandín y Pin. Y, por último, la arquitectura popular tiene en todo el municipio múltiples ejemplares como restos de típicas pallozas ancareñas en las aldeas de montaña Muñís y Ribón, y otras construcciones típicas de la zona como los molinos, los palomares y los denominados "cortíns", en Pan do Zarco y Vispeiro.
