The Pretty Things es considerada la mejor banda británica de Rhythm & Blues y una de las más importantes de Rock´n Roll de todos los tiempos. Eternamente comparados con The Rolling Stones (de hecho la prensa británica los denominó “los primos feos de los Stones”), la banda está liderada por Phil May y Dick Taylor, quien precisamente incluso le había dado plantón en su día a Mike Jagger y Keith Richards por The Pretty para buscar sonidos más salvajes (de hecho, de ellos se ha dicho que “a su lado los Rolling parecían domados”). The Pretty Things son precursores, grandes “influences” y dioses medio malditos que siguen siendo adorados por millones de seguidores de todo el mundo. Compañeros de profesión como Van Morrison, David Bowie, Joey Ramone, Bruce Springsteen o bandas como Pink Floyd, Sex Pistols o Nirvana no solo los sitúan en el estadio más alto de la historia de la música contemporánea universal, sino que han reconocido la influencia que sobre ellos y su propia música han ejercido. Baste un ejemplo: su trabajo Parachute (grabado en Abbey Road en 1970) está considerado uno de los grandes discos de la época y fue votado en la revista Rolling Stone como disco del año, por encima de Neil Young, Led Zeppeling, los Who e los propios Stones (los Pink Floyd reconocerían la inspiración que aquel trabajo había supuesto para ellos a la hora de crear su consagrado Dark Side of The Moon). Así pues, y después de 50 años sobre los escenarios, los británicos siguen más que en plena forma (su último disco, The Sweet Pretty Things, publicado en 2015, sorprendió a todo el mundo y pasó a formar parte de algunas de las listas mundiales de los mejores discos del año), algo de lo que darán muestra en la sala Mardi Gras con uno de esos directos inolvidables que suelen regalar a su interminable público.
